9 de junio de 2014

Tóxico


Mucho me temo que vienen a rescatarme otra vez. Primero fue salvarme de los golpes de mi padre que empezaron a cambiarme por dentro, después sacarme de la secta donde supe que mi mente ya para siempre necesitaría órdenes y hoy, ahora, que me siento persona porque sus ojos se han posado en mí después de decirme cien veces qué he de hacer y cómo, hoy que me he decidido a insultarle, a gritarle y atarle como él hizo conmigo antes, hoy que me ha sonreído, llegan ellos sin que nadie les haya pedido nada. 

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