22 de enero de 2015

Cenicienta y Dorian

Tenía que darse prisa. Repaso mentalmente todas las tareas que le habían encomendado y se dio por satisfecha; servir de interna en una casa tan grande es lo que tiene: trabajo, mucho trabajo.
Afortunadamente las pijas de las hijas se habían encerrado en sus habitaciones para probarse un modelito tras otro y maquillarse, como hacían siempre, todo el rato, con cualquier excusa. De modo que ahora que habían sido seleccionadas para ir a la televisión, al programa en que uno de los solterones más cotizados del país elegiría con quien pasar las vacaciones, estaban sencillamente histéricas.
Sonrió un instante. Ellas no lo sabían pero también ella estaría allí, era su oportunidad y estaba dispuesta a aprovecharla al precio que fuera.
Después todo ocurrió muy deprisa: los focos, los flashes, las preguntas, los nervios y… los ojos de aquel hombre.

 Estuvo mirándola hasta lograr ponerla nerviosa. En cuanto puso los ojos encima de ella, la eligió, porque era distinta a todas, porque era vulgar y barata, sencillamente perfecta. Para alguien harto de las niñas monas, impecablemente vestidas y operadas, una mujer así, con esas manos de fregona, era ideal para divertirse un poco y a su costa.
Lo cierto es que, con demasiada frecuencia, se aburría. El mundo lo amaba, lo idolatraba, lo copiaba y lo perseguía; y él se aburría. Por eso había sido tan fácil convencerle para que hiciera aquel programa: ellos habían puesto delante de sus ojos un cheque lleno de ceros y él tenía libertad total para escoger a la chica.
Abriendo la boca, elegantemente somnoliento, abandonó el estudio, dejó que los rumores creciesen a su alrededor junto con los odios y las envidias. Todo lo malo que se decía de él era más o menos cierto, aunque aún nadie había descubierto qué le dominaba y quién era: un ser sin alma en constante busca de una buena raya de coca.

5 comentarios:

  1. Buen ejercicio de metaliteratura y televisión.
    PD: Creo que sse te ha deslizado un "la" por un "lo": "El mundo la amaba, lo idolatraba..."

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  2. Interesante nueva cenicienta. Alguien que ni necesita de hada madrina para triunfar.

    Un gusto volver por aquí Luisa. Besos.

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  3. Gracias por las visitas, por los comentarios y..... por la correccion

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  4. Me he sentido muy identificado con la raya de coca, a veces yo también habito en los espejos.
    La Boca del Ello

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  5. ¡Y pensar que hay quienes se prestan a semejante escarnio!

    Bien representado ese show televisivo.

    Par de abrazos.

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