23 de febrero de 2017

Confesión

El policía entró en la casa en la que se había cometido el crimen, era un afamado experto; solo él podía encontrar una colilla oculta por una cortina, sólo él podía señalar el pomo de la puerta y esperar que se hallasen huellas, sólo él podía recorrer la casa y contar todo lo que había pasado allí, punto por punto.
Todos lo miraban, le escuchaban en silencio, atentos y sorprendidos, absortos e incrédulos.
Una vez acabada la reconstrucción de los hechos, le arrestaron dándole las gracias por haberles llevado de prueba en prueba de un modo tan eficaz y eficiente, evitando de este modo hacerles perder el tiempo. 

2 comentarios:

  1. El criminal, descubierto y atrapado por si mismo, esto es eficiencia.
    Besos.

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  2. El ego le pudo, la coartada que creía perfecta resultó un fracaso.
    Original como siempre, Luisa.
    Un abrazo

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