5 de mayo de 2017

Invasión

Se desplazan rápidamente pegándose a los edificios; no obstante su hábitat natural está en el interior de las viviendas y, en especial, en las cocinas donde pueden llegar a desarrollan una actividad frenética. Fotofóbicas y oscuras, se mueven por lo general en grupo, infestando los hogares en los que entran, paralizando a sus habitantes, quienes las temen o las odian.
Nosotros nunca tuvimos problemas con ellas, también es cierto que nunca les dimos escusa alguna. Hasta hoy, día en que bajo la guardia para empezar a llorarte rodeada de tu insoportable ausencia. He ido a abrir la puerta de la calle y, antes de poder emitir una protesta, ellas se han colado en el salón y han tomado posesión de la casa. Ahora las miro con aprensión desde el pasillo y, aunque no sé cómo voy a lograr que se vayan, recuerdo la promesa que te hice: nunca seré una de ellas, te lloraré, te echaré de menos, pero no voy a dejar de ser tu compañera para ser sólo tu viuda.

(microrrelato incluido en “Menguantes”, libro que puedes descargarte en este enlace)

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